DOS YUPPIES DEL SIGLO XVI Se llaman Jean de Dinterville el de la izquierda, Georges de Selve el de la derecha y son franceses. Aún les bulle la juventud por las venas y ya son embajadores de Francia en la corte inglesa. Realmente son unos J.A.S.P. (Jóvenes Aunque Suficientemente Preparados), la gente de su entorno los considera unos auténticos V.I.P.s (Very Important Persons) y encajan como un guante en el ambiente de los W.A.S.P. (White Anglo Saxon Protestant). Son la flor y nata de la diplomacia y han estudiado en las mejores escuelas de su tiempo, siendo los dos los número uno de su promoción. Y además son guapos, su porte es distinguido y visten de lo más fashion, por lo que se llevan de calle a las damas de La verdad es que se han preparado para ello y han trabajado día y noche para conseguir llegar a donde han llegado. Dominan Pero son mortales... -piensa el artista para sí, austero como es en su vida y en su estilo- y alguien debe recordárselo, aunque sea de forma velada... Y se lo dice, a modo de recomendación cariñosa –Memento mori (Recordad que hemos de morir)- como mejor sabe hacerlo: con el lenguaje del arte. Por eso pone delante de ellos esa extraña forma alargada del primer plano. Ellos la ven y, desde su pose espontánea, saben que nosotros también la vemos. El aviso es para todos. A primera vista parece un ectoplasma salido de cualquier película de Spielberg, o una masa amorfa en descomposición, pero en realidad es la clara imagen de una calavera que sólo es posible ver en su estado real mirándola de arriba a abajo en diagonal, siguiendo la dirección de la figura. Se trata de un juego gráfico basado en la deformación calculada de una figura y en su posterior corrección perspectívica, eligiendo para ello el punto de vista adecuado. Se llama ANAMORFOSIS. Sólo es posible recuperar la forma original pegando el ojo a la pantalla en la dirección indicada. Inténtalo, que un poco de gimnasia siempre ayuda. ¡Ah, y sin olvidarte de cerrar el ojo izquierdo! El buen Arte siempre sorprende y pone las cosas en su sitio. La vida es un excelente tema para el arte. También la muerte. Ambas –vida y muerte- pueden ser transformadas en belleza. Ya lo dijo Picasso. ¿O no fue Picasso? Pero alguien lo dijo... |
sábado, 4 de julio de 2009
Arte de Bolsillo
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