lunes, 13 de diciembre de 2010

79 / El SUEÑO DE HODLER


----------Esta obra del pintor suizo Ferdinand Hodler, titulada La noche, es una composición mural que forma pareja con otra de similares dimensiones llamada, lógicamente, El día. Ambas están en el Kunstmuseum de Berna. Como toda obra de arte tiene dos caras: la que se ve y se lee con facilidad y la que se vislumbra, pero cuyo contenido se escapa a la comprensión.
----------La primera cara nos muestra a una serie de personas que están durmiendo, de uno en uno o en grupos formados indistintamente por hombres y mujeres. En estos conjuntos encontramos todas las combinaciones posibles: en los extremos superior derecho e inferior izquierdo duermen un hombre solo y una única mujer. En el rincón derecho inferior encontramos a una pareja y en el izquierdo superior se halla un trío. La variación es sólo numérica, pues los conjuntos están distribuidos de forma simétrica y a cada uno de un lado le corresponde otro en la parte opuesta, tanto vertical como horizontalmente.
----------Esta es la parte descriptiva. Los durmientes están situados en un paisaje desolado, con suelo de roca pura, sin más elementos. Las posturas son muy variadas y los desnudos espléndidos. Todo el cuadro está entonado en colores ocres y pardos, sin estridencias, de manera armónica, y únicamente las masas oscuras de las sábanas de color negro o verde oscuro llaman, aquí y allá, nuestra atención. Unas pocas flores de tallo largo constituyen el escaso elemento decorativo de toda la composición.
----------Y ahora el elemento inalcanzable. Véase para ello la imagen adjunta. En el centro mismo del cuadro, una figura cubierta por una sábana, negra también, se acerca a uno de los durmientes, que se despierta sobresaltado y con expresión asustadiza, mientras intenta –suponemos que inútilmente- apartar de sí la pesadilla.
----------Entonces comienzan a surgir las preguntas: ¿Se trata de algo real o ese fantasma sólo existe en la imaginación del que duerme? ¿Por qué ha sido él el elegido entre todos los durmientes? ¿Sufrirán los demás también sus pesadillas o es él sólo el que las padece? ¿Pretende el espectro únicamente asustarlo o su propósito es acabar con él? ¿Es un fenómeno esporádico o se repite noche tras noche? ¿Desaparecerá el fantasma en cuanto la víctima se encuentre totalmente despierta, o se trata de una batalla perdida de antemano?
----------Y así, de forma sucesiva, podemos ir desgranando un rosario de interrogantes cuyas contestaciones ignoramos o solamente podemos aventurar. El Arte de verdad, más que dar respuestas preconcebidas, abre baterías de preguntas que nos incitan a reconsiderar el entorno y a replantearnos lo que sabemos y lo que ignoramos. Son las dudas, los interrogantes, los que nos hacen avanzar como personas y como especie humana. ¿O no?
----------Hodler, el pintor simbolista, lo sabe y con sus obras, en buena parte herméticas, nos incita a descubrir la cara oculta de la luna...

1 comentario:

  1. Muy interesante. No sé lo que quería expresar el pintor, pero la figura envuelta en la sábana me parece muy carnal.
    Gracias por estos descubrimientos.

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