
--------Este asombroso suceso lo cuenta Valerio Máximo en su libro Factorum et Dictorum Mirabilium (Sobre hechos y dichos admirables), en el que recopila una serie de anécdotas ejemplarizantes protagonizadas por los habitantes de Roma. Una mujer recién parida llamada Pero -o Peru- cuyo padre, Cimón, estaba en la cárcel encadenado y condenado a morir de hambre, pidió permiso para visitarlo diariamente. Una vez en la mazmorra, se acercó a él y, extrayendo del corpiño uno de sus pechos, lo amamantó con él y luego
con el otro hasta que el anciano quedó saciado. Así siguió haciendo durante varias semanas, hasta que a los guardianes les llamó la atención la resistencia del preso. Descubierto el pastel, todos se llenaron de admiración ante tal ejemplo de amor filial, y por él Cimón fue liberado.
--------Un argumento tan impactante y con tantas posibilidades dramáticas fue rápidamente asimilado por el Arte, que lo ha representado en numerosas ocasiones a través del tiempo. Por eso presentaremos sólo unos pocos ejemplos.
El primero es un dibujo de Murillo, hecho con plumilla y aguada, que desplaza las dos figuras hacia la derecha para que podamos ver la puerta de la cárcel abierta, hacia la que la hija mira con recelo, por miedo a ser descubierta. Se trata del boceto preparatorio
para un lienzo de gran formato que, a la postre, apareció por Filadelfia y se perdió en un incendio, lo que infunde un valor especial a este bosquejo rápido y escueto, pero magistral.

--------Un argumento tan impactante y con tantas posibilidades dramáticas fue rápidamente asimilado por el Arte, que lo ha representado en numerosas ocasiones a través del tiempo. Por eso presentaremos sólo unos pocos ejemplos.
El primero es un dibujo de Murillo, hecho con plumilla y aguada, que desplaza las dos figuras hacia la derecha para que podamos ver la puerta de la cárcel abierta, hacia la que la hija mira con recelo, por miedo a ser descubierta. Se trata del boceto preparatorio

--------Una de las versiones más conocidas es la de Rubens, que pintó esta historia en varias ocasiones, pues se adapta perfectamente a su estilo y a sus gustos. Mientras el padre yace sentado sobre la paja, duramente amarrado a la pared con cadenas, la hija le acerca a la boca su seno y lo aprieta para que brote la leche. Ambas anatomías responden totalmente al esquema utilizado por Rubens en sus obras y resulta curioso que el padre no da la menor señal de delgadez ni de inanición, pues su hija es sin duda una buena ama de cría capaz de alimentarlo a él y a su nieto. 
--------La tercera imagen es de Jans Jansenn, y podemos, estilísticamente, situarla en el siglo XVIII. Llama la atención el estado de limpieza en que se encuentra la mazmorra, apenas iluminada a través de un pequeño óculo situado a la izquierda. La muchacha ha abierto su vestido y descubre por completo el pecho. Por otra parte, resulta poco creíble que el condenado esté sentado sobre una manta recién estrenada y de un rojo fulgurante. Algo no encaja, pero sigamos.
--------Como cierre, dejamos para el final –aunque no cronológicamente- a Caravaggio, que siempre tiene a gala dar una vuelta más de tuerca a los temas. La imagen correspondiente es un fragmento de un cuadro de gran formato que representa las siete obras de misericordia, todas ellas agrupadas en una misma escena. A la derecha, la denominada “dar de comer al hambriento”, es una referencia clara a la historia de Cimón y Pero, con el detalle patético y morboso de que el padre se ve obligado a sacar su rostro a través de los barrotes de la reja para poder sorber del pecho de su hija. Difícil, pero no imposible.
--------Seguramente al pintor le pareció excesivo meter a todos los personajes del cuadro –una docena, incluidos la Virgen y algunos ángeles- dentro de la mazmorra, y encontró esta solución, algo forzada pero válida. ¡Este Caravaggio es la monda…!

--------La tercera imagen es de Jans Jansenn, y podemos, estilísticamente, situarla en el siglo XVIII. Llama la atención el estado de limpieza en que se encuentra la mazmorra, apenas iluminada a través de un pequeño óculo situado a la izquierda. La muchacha ha abierto su vestido y descubre por completo el pecho. Por otra parte, resulta poco creíble que el condenado esté sentado sobre una manta recién estrenada y de un rojo fulgurante. Algo no encaja, pero sigamos.
--------Como cierre, dejamos para el final –aunque no cronológicamente- a Caravaggio, que siempre tiene a gala dar una vuelta más de tuerca a los temas. La imagen correspondiente es un fragmento de un cuadro de gran formato que representa las siete obras de misericordia, todas ellas agrupadas en una misma escena. A la derecha, la denominada “dar de comer al hambriento”, es una referencia clara a la historia de Cimón y Pero, con el detalle patético y morboso de que el padre se ve obligado a sacar su rostro a través de los barrotes de la reja para poder sorber del pecho de su hija. Difícil, pero no imposible.
--------Seguramente al pintor le pareció excesivo meter a todos los personajes del cuadro –una docena, incluidos la Virgen y algunos ángeles- dentro de la mazmorra, y encontró esta solución, algo forzada pero válida. ¡Este Caravaggio es la monda…!