domingo, 18 de octubre de 2009

YO QUIERO SER UN ANDRÓGINO I






--------Nuestro amigo Platón, en uno de sus libros cuenta una extraña historia afirmando que antiguamente el hombre y la mujer estaban unidos formando un solo ser hasta que, por causas imprecisas, se separaron y desde entonces ambos se buscan apasionadamente para volver a ser lo que fueron: hombre y mujer en un solo cuerpo, o sea, el andrógino (en griego andros= hombre y gine=mujer).
--------Leonardo da Vinci tenía un ideal muy parecido al de Platón. Inmerso en su homosexualidad probada, su mente anhelaba la unión de ambos géneros como el estado ideal del ser humano. No hablamos del hermafrodita, que combina en un solo cuerpo los dos tipos de caracteres sexuales. Hablamos de algo que se refiere al espíritu, a la sensibilidad, que vive en un estado superior alimentándose de lo mejor de cada género. Y ese estado de excelencia es la androginia.
--------El aspecto exterior de un andrógino combina en el rostro los caracteres masculinos y los femeninos. Puede darse que en el cabello predomine un toque más femenino, como en el caso que nos ocupa –San Juan Bautista de Leonardo, Museo del Louvre, París. El cuerpo es claramente masculino, pero al mismo tiempo es lampiño como el de una mujer y en sus ademanes refleja ambas tendencias. Carece de la musculatura propia del cuerpo del hombre, pero tampoco ostenta los caracteres secundarios –pecho, hombros, caderas- típicos de la mujer.
--------A San Juan Bautista no se le reconocen en la Biblia relaciones sentimentales y menos aún sexuales. Se cree que vivió y murió virgen –como su homónimo el Evangelista- totalmente enfrascado en su trabajo de precursor, o sea, de mensajero. Esta exclusividad admite perfectamente el que pueda ser representado como un andrógino, totalmente ajeno a la eterna polémica hombre-mujer, aunque esta condición refinada contradiga bastante el tipo de vida que llevaba en el desierto, con dieta de miel silvestre y saltamontes como únicas proteínas.
--------El mismo Leonardo nos vuelve a dejar vislumbrar la perfección humana en otro andrógino, esta vez uno de los personajes de su famosa obra La Virgen de las Rocas (Louvre, París), en concreto el ángel que señala con su mano a la Virgen en el lado derecho del cuadro. Salvando las distancias, lo miramos y nos parece estar viendo al adolescente Tadzio de la película Muerte en Venecia (Luchino Visconti, 1970), otro andrógino polaco de pro, enclavado ya en pleno siglo XX. En este caso hay una razón muy poderosa que justifica este aspecto ambiguo:
¿Quién puede decir si los ángeles son masculinos o femeninos, sabiendo, como sabemos, que son espíritus puros?
--------Por eso, lo mejor –concluye Leonardo- es poner un poco de cada, porque así el error es menor y las probabilidades de acierto se multiplican por X...

4 comentarios:

  1. "El aspecto exterior de un andógino combina..."
    "vislumbar la perfeccion humana en otro andrógino"
    Afortunadamente en tu artículo, querido Ignacio, nos recreas al andrógino bajo el punto de vista de la belleza, perfeccion... guiados a través de la concepcion de Platón, Leonardo, ¿también tuya?; hasta concluir en el inicio: YO QUIERO SER UN ANDRÓGINO I.
    No tengo yo tan seguro de querer serlo. ¿te imaginas un andrógino retratado por Munch? No creo tuviese la belleza del cuadro de San Juan Bautista, belleza que le falta esa atracción que sentimos por nuestra condición sexual y que se traduce como impulso que nos deja patente lo que somos. Creo que si yo fuese andrógino (no me lo imagino) sentiría envidia del cortejo de los pajaros, de la berrea de los ciervos...
    Además sería un conflicto permanente entre "los sesos": ¿pensarías en masculino? ¿en femenino? ¿que hace pensar que el equilibrio está en ambos a la vez?.
    Ya sé que el artículo te refieres al "espíritu"... pero este "alma racional" también está influido por esas pequeñas variaciones en la composición de nuestros humores, receptores etc.. Somos mecanismos muy complejos, pero mecanismos al fin. Con el riesgo de errar. Distintos. Variables. Efimeros. Reivindico mi derecho a equivocarme, a cambiar de opinión, a mirar con fruición a las mujeres...
    Muy aburrida la perfeccion.
    Y no digamos sin sexo.
    Magnifico tu blog. Un abrazo.

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  2. El andrógino es una perfección pasada, renacentista. Leonardo bebe en el ideal neoplatónico que resurge en las Arcadias tan de moda en esa época (Garcilaso entre nosotros). Ahora, algo pasado el ideal demoníaco (Hyde, Frankenstein...), estamos huérfanos de prototipo. En parte, por eso es una época de decadencia. se descree de los modelos.

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  3. Hola, Gguu: los títulos de las entradas suelen tener siempre un toque publicitario y para llamar la atención, al menos en mi caso. Resulta inútil plantearte la posibilidad de algo que está fuera de la realidad. Lo que sí me gusta es que, con un planteamiento tan sencillo como éste, broten reflexiones de las que siempre se puede sacar algo. Me alegra que te guste el blog. Su finalidad no es tanto abrir foros de discusión -que también- cuanto despertar el interés por el arte, fomentando su conocimiento. Un abrazo.
    Santdo: Con el soporte del arte como excusa, da gusto también dar de vez en cuando un repaso, aunque sea superficial, al mundo de las ideas que, en cada época y a veces con grandes variaciones, han dado razón de ser a la existencia de mucha gente. Bien mirado, el arte siempre nos taerá algo interesante, o no será arte. Ig.

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  4. El Salvator Mundi es mitad masculino, mitad femenino.

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