sábado, 5 de noviembre de 2011

119 / FÜSSLI, EL DE LA PESADILLA



Ésta es la obra más famosa del pintor suizo Johann Heinrich Füssli, que vivió a caballo entre los siglos XVIII y XIX. De ella pintó cuatro versiones y la que vemos aquí se encuentra en el Museo Goethe de Francfurt. Se trata de un cuadro prácticamente monocromo, lo que provocó que algunos malintencionados pusiesen en duda la capacidad del artista para el manejo del color. En todas partes hay envidiosos que ignoran que, según estudios posteriores, nuestros sueños son siempre en blanco y negro y que sólo los dementes sueñan en color. Este fenómeno se ve muy bien en la excelente película de Samuel Fuller “Corredor sin retorno” (1962), que disecciona el interior de un manicomio.

----------Pero retomemos el tema. Füssli, bastante antes de que naciese el Dr. Sigmund Freud, se plantea dar forma gráfica a los productos de nuestro subconsciente, y lo hace representando la pesadilla que sufre una mujer joven, con una postura forzadamente distorsionada sobre la cama, mientras se le acomoda sobre el pecho un pequeño ser monstruoso y repugnante que no es otra cosa que la misma pesadilla que, en sueños, le oprime el pecho y le impide respirar con libertad.

----------Toda la habitación está sumida en una penumbra amenazante y, por el fondo y a través de una cortina oscura, asoma un caballo ciego, con las órbitas a punto de estallar. Este animal, que durante el Romanticismo fue la encarnación del poder diabólico, aquí representa más concretamente el deseo y la potencia sexual masculina. Según ello, la muchacha está sufriendo unas terribles pesadillas a consecuencia de los deseos sexuales conscientemente reprimidos –fruto de la época victoriana e hipócrita- y estas pesadillas afloran, a través del inconsciente y durante el sueño, torturando a la pobre chica que, a la mañana siguiente, aparecerá sin duda triste y melancólica, por lo que sus padres llamarán a un doctor que le recetará varias sangrías y algún que otro jarabe...

----------El atuendo de la joven, así como la ropa de cama y el mueble que hay junto a ella con tarros de perfume y afeites indican que la muchacha pertenece a una clase social económicamente alta. No era corriente que la melancolía –hoy la llamaríamos depresión nerviosa- hiciese presa entre las muchachas de la clase baja, ocupadas todo el día en trabajar para obtener un mendrugo de pan, sino entre la gente ociosa y desocupada de la alta burguesía y la aristocracia, siempre desocupada y que vivía del cuento.

----------La postura del cuerpo indica un sueño agitado. El pelo lacio que cae hasta el suelo y los brazos en actitud de abandono expresan agotamiento físico y psíquico a consecuencia de los combates nocturnos contra el espectro que, firmemente sentado sobre el pecho de la muchacha, se ríe por lo bajo, seguro de su victoria sobre la débil psiquis juvenil.

----------Todo porque su cuerpo está reclamando un amor que todavía no llega...

----------Y para acabar, ¿os habéis fijado en la clarísima forma de triángulo casi equilátero que tiene la composición? Se ve bien en el esquema adjunto. Por algo este artista es considerado uno de los últimos ejemplos del Clasicismo, pues aún aplica los esquemas clásicos para estructurar sus obras a partir de las formas geométricas elementales, cuadrados, triángulos, círculos u óvalos. ¡Cosas del Arte…!

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