viernes, 8 de octubre de 2010

70 / MIS BAÑOS TURCOS




Muchas veces me he preguntado de dónde me pudo surgir esa manía de trabajar en series temáticas. En cada serie pictórica -que en ocasiones podía ocuparme varios años-, he realizado una amplia cantidad de obras, todas sobre el mismo tema pero todas diferentes. De esta forma trabajé las series La ciudad sumergida, Sobre meninas, El vuelo de Ícaro, Mis almuerzos con Cézanne o la última -y tal vez la más entrañable-, que llamé Baños turcos. Todas ellas conforman el corpus esencial de mi trabajo artístico de muchos años...

----------Hice cuadros de dos metros y cuadros de tamaño mediano, sobre tela y sobre papel. Todos estaban trabajados con acrílicos y polvo de mármol y en todos ellos la arquitectura jugaba un papel secundario pero importante. Aquí y allá se veían cuerpos de hombres con la típica toalla a rayas rojas cogida a la cintura; unos sentados junto a un grifo haciendo sus abluciones y otros medio sumergidos en la piscina, solos o hablando con alguien. Pero lo importante era el ambiente. Por doquier una atmósfera de vapor debido al agua caliente que lo envolvía todo y difuminaba los contornos. Cubos por todas partes para echarse agua fría sobre el cuerpo, bancos de obra para sentarse. Y un denominador común: la suciedad que se percibía por los rincones, una suciedad húmeda y pegajosa. Una suciedad que, en ocasiones, convertía los cuerpos de los bañistas en sólo siluetas.

----------Y la luz entrando por las ventanas altas, iluminando unas zonas y creando los correspondientes contraluces en otras. Vapor y polvo, ambiente indeterminado, contrastes de color y de textura sobre el lienzo de lino virgen.

Fue una buena experiencia. Trabajaba sobre el suelo, sin dibujo previo, arrastrando la marmolina mezclada con látex usando maderas, espátulas o la misma mano. Todo valía. Luego, dejar tiempo para el secado y, posteriormente, veladuras y más veladuras para conseguir los tonos apropiados. Las figuras y los colores –ocres, violetas y negros- iban tomando forma e interactuaban unos con otros, creando luz y volumen.

----------Aún conservo algunos cuadros de gran tamaño. Pero, sobre todo, guardo la sensación increíble de ver cómo las obras se iban haciendo, paso a paso, ante mis propios ojos...

1 comentario:

  1. En tus pinturas se percibe la atmósfera cargada de esos baños, incluso el vapor... Creo que has logrado trasmitir perfectamente lo que pretendías.
    Enhorabuena.

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